El protagonista de Harry Potter voló a Estados Unidos la semana pasada para colaborar en un proyecto social, y parece que la visita resultó un poco accidentada. El actor se contagió de un virus intestinal que le complicó la estancia en el país norteamericano y su regreso a Inglaterra. Durante su estadía, Daniel sufrió una infección intestinal que le provocó una deshidratación muy fuerte, por lo que tuvo que ser internado de urgencia en un hospital neoyorquino. En el centro médico permaneció dos días, y una vez recuperado pegó la vuelta a Inglaterra. Según contaron otros pasajeros al diario The Sun, durante el vuelo Daniel sufrió un par de momentos críticos que le mantuvieron casi todo el tiempo encerrado en el baño.
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